Desde que nos levantamos por la mañana, cada dia nos toca decidir que vamos hacer, como lo vamos hacer, como nos vamos a comportar. Y a veces, por ser demasiado vacilantes en nuestras decisiones, perdemos oportunidades y cosechamos resultados tan penosos como aquel burrito hambriento que estaba frente a dos parvas de pasto, y que, por no saber decidirse por alguna de ellas para comer, se murio de hambre.

Las decisiones determinan nuestros triunfos o nuestros fracasos en la vida. Cierta vez, el nuevo capellàn de una prision reuniò a todos los presos para dirigirles la palabra. Y al pasear su mirada entre los reclusos, repentinamente se detuvo en uno que identifico como un amigo suyo de la juventud.